jueves, febrero 02, 2006

Nostalgia del ayer

Amanecía en Londres. Lentamente el cielo se aclaraba y pasaba del negro absoluto a un gris sucio y desvaido. Mina se sentía cansada, había estado pensando en poner fin a todo durante los últimos meses. Por fin comprendía que se había estado aferrando demasiado tiempo a un mundo que paulatinamente se había ido desvaneciendo, escurriéndose de entre sus dedos como arena. Pensó que no había disfrutado de los pequeños milagros cotidianos durante muchos años y, al momento de que la Catedral echaba a vuelo sus campanas y un gallo anunciaba con su grito la llegada del nuevo día, cambió de opinión. Decidió que había cerrado los ojos a un mundo nuevo y maravilloso, del cual tenía miles de cosas por descubrir, y regresó como una exalación a la cripta de los Harker antes que la tocase el primer rayo de sol.