martes, febrero 07, 2006

Toxinas

El aire es denso, las luces se reflejan y multiplican entre las toxinas flotantes. Mi cabeza reverbera y amenaza con reventar, estoy más cansada que de costumbre. Mis músculos arden mientras crece este malestar, ¿o acaso soy yo que estoy creciendo? Veo luces de colores indescriptibles, mientras pierdo la brújula. Ya no sé de arriba o abajo, floto en esta nada rojiza que a ratos se difumina, y un extraño palpitar se apodera de mí mientras el calor crece.

Aún faltan unos cuantos meses para completar mi desarrollo fetal, para terminar de desarrollar estas garras y colmillos. Madre, no sé cuanta porquería has ingerido en este tiempo pero, una vez fuera, ajustaremos cuentas.