jueves, junio 29, 2006

Corazón de oro

Tenía un corazón de oro, por eso lo había guardado hacía mucho en una caja fuerte.

La joya

Tenía labios de rubí, mejillas de madreperla, ojos de esmeralda y cabellos de oro. Por eso se casó con un joyero que le acrecentaría la fortuna. Aunque, hablando en plata, al poco de casados empezó a enseñar el cobre.

Midas

Al final Midas encontró a la mujer ideal para él, le decían Ricitos de Oro.

Asfixia

Hay un regusto amargo en el fondo de mi boca, una opresión creciente en mi garganta. La cabeza me da vueltas y cada vez me cuesta mas trabajo respirar. Sabía que no debía probar tus besos.

lunes, junio 26, 2006

Engaños

-¿Con quién me engañas?
-A tí, con nadie.
-¿Y al otro?
-Contigo.

jueves, junio 22, 2006

Flores

Una lluvia de flores carmesíes cae sobre el agua, mezclándose lentamente mientras la tiñen de rosa. La corriente arrastra los últimos vestigios del veneno que habitaba en mis venas y al fin, exagüe, sonrío al verme libre de este mal al que llamamos vida.

miércoles, junio 21, 2006

Vacío

El vacío había comenzado en un rincón pequeño, y lentamente se fue expandiendo hasta ocupar todos los rincones, desplazando los objetos que antes ocupaban el lugar. Ahora el sitio estaba lleno de nuevo, lleno de vacío.

jueves, junio 15, 2006

Ajenjo

Tus labios saben a ajenjo, mi cruel ángel de la oscuridad. Y sigo pendiente del amargo fruto de tu boca, que me intoxica a la vez que se lleva mi razón. Tus besos que me regalas a cuentagotas mientras me desgarras a fuerza de caricias y dentelladas colapsadas lo son todo para mí. Lo confieso, me he vuelto adicto a tu presencia, a tu ausencia, al recuerdo amargo de tu pasión, ya que no le puedo llamar amor.

Y tan sólo espero que en el medio de esta locura me mates, pues ahora se que no podría vivr más sin tí.

martes, junio 13, 2006

Caperucita feroz

Para desgracia del lobo había partes suyas que no eran tan grandes, especialmente "para comerle mejor".

viernes, junio 09, 2006

De rojo te ves bien

Una flor granate floreció en tu vestido, preludio del jardín de amapolas que transformó su nupcial blancura en una explosión vibrante de matices carmesíes. La transforrmación se dió virando la paleta de colores, y tu antes sonrosado cutis se fue volviendo más blanco, del color de la cera, perfectamente enmarcado por los mechones azabaches que resbalaron de tu tocado. Habrías sido la obra perfecta si tan sólo hubieses posado suavemente la mano sobre tu pecho, cubriendo la violenta entrada de mis perdigones.

El fin del mundo

-¿Cuándo dice que se acaba el mundo?
-Dentro de unas pocas horas.
-Ah, bueno. Aún tengo tiempo para otra taza de café.

jueves, junio 08, 2006

Artista

Removemos sustratos sin descanso, paleando el lodo de esta habitación perdida. Él es un artista conceptual, creador de extrañas naturalezas muertas. Y hoy buscamos toda esa "naturaleza", en realidad las muertas con quienes ha formado su excéntrica obra. Materiales de primera, si hacemos caso a las fotos, todas mujeres hermosas aún antes de pasar por el bisturí. No en vano ganó un premio con aquél egregio tzompantli.

Vamp

Gilda peina su cabello, mientras humedece lentamente sus labios. Se ha enfundado en un vestido negro que dibuja magistralmente su silueta ensalzando las suaves curvas de sus hombros, de sus senos, sus caderas.

Esta noche está sola, y baila lentamente plantada frente al espejo. Juega a la seducción mientras le coquetea a su reflejo, hasta hacerle salir de su habitual mutismo, de su falsa imitación. Y ríe a carcajadas al son de sus desgarradores gritos de sílice fundido y azogue borboteante, lanzados al tiempo que se le escapa el alma; alma absorbida por Gilda con la voracidad de un vampiro, quien sonríe satisfecha cuando comprueba que nunca más reflejará su imagen.

Adeudo

De acuerdo, hablemos de deudas.

Me debes los sueños, las promesas y las noches rotas. Me debes la paz, la sonrisa y la esperanza robadas. Me debes la sangre, las lágrimas y el sudor vertido. Me debes las noches vacías, los abrazos anhelados. Me debes un beso de ajenjo de tu amarga boca.

Así que, una vez hecho el recuento, me parece que bien puedo quedarte a deber una explicación.