jueves, abril 26, 2007

Cuento de hadas

Se sabía hermosa y dulce, sus cabellos del color de la miel y sus ojos como esmeraldas hacían juego con su piel de mantequilla y la fresa de sus labios. Y esperaba día con día la llegada de un príncipe que la llevase a vivir a su castillo, de un hada madrina que con un hechizo encaminase su vida lejos de esa villa perdida en el medio del bosque. Para su desgracia, el único que pasó por ahí y se interesó en ella fue un ogro que vió en su dulcísima persona un excelente postre.