martes, julio 31, 2007

Sincronía

Le vio al subir al autobus que habría de llevarla a la estación, un chico agradable de mirada melancólica, melenita lacia y barba cuidada. Le vio observarla atentamente y disimular cuando repentinamente volvió la cabeza. Varias veces captó su esquiva mirada y un extraño cosquilleo le subió por la columna. Al bajar del autobus, el chico solícito le tendió la mano y el roce fue un latigazo en sus sentidos. Confundida se dirigió a la estación para perderse en sus entrañas, y al voltear la vista en el andén reconoció su figura. Subieron al mismo vagón semivacío, separados por varios asientos, estudiándose con disimulo a través de los reflejos de las ventanas. Ninguno queriendo aceptar el reconocimiento del otro. Al llegar a un ramal bajaron casi al unísono y, mientras él se adelantaba acelerado, ella iba lentamente analizando lo sucedido. Una vez más coincidieron, por lo que decidió que era una señal del destino. Al bajar en la misma estación ya no hubo duda, se acercó a él y le sonrió mientras salían sincronizados. Cuando sacó su navaja del bolsillo no le sorprendió encontrar que él hacía lo mismo y que, por una extraña sincronía, se quitaban la vida al mismo tiempo.