domingo, agosto 12, 2007

La canciòn del naufrago

Aun maldigo el dìa que me perdì en tu mirada, cayendo en el naufragio de tus ojos color de mar que me robaron el aliento y la razòn. Por tì, sirena, me enfrentè sin recursos a las tempestades de la vida y a la furia huracanada de tus caprichos sin razòn, aferrado a tus besos y tu cuerpo. Y lleguè a la isla abandonada de tu olvido, donde ahora pesco trozos inservibles del pasado a la espera de que alguien venga a rescatarme de mi mismo.