lunes, octubre 08, 2007

Un cambio de cara

Marta se para frente al espejo, como cada mañana, y desalentada contempla su rostro. Nunca le han gustado sus ojos, demasiado juntos y pequeños, las cejas espesas, los pómulos chatos, nariz y labios grandes. Mil veces ha cambiado de peinado y de color de pelo para ver si así logra encontrar algo que le siente bien, todo en vano. Pero tal vez hoy todo cambie, hace unos minutos su madre le ha despertado con la noticia de que el kit que compró por teléfono tras verlo anunciado en un programa de medianoche por fin ha llegado. De inmediato se encerró en el baño con la caja a mano. Una caja con orificios que la tienen desconcertada, pero qué importa si su contenido le garantiza un cambio en ese rostro que día con día le devuelve la mirada desolada desde el espejo. Impaciente abre la caja sin leer el instructivo, para encontrarse a un roedor furioso y hambriento que se le lanza directamente a la cara.