lunes, diciembre 24, 2007

Alma mía

¿Dónde estás alma mía? Hace tanto que de tí no sé nada. ¿Qué ha sido de tí desde que te perdí? Noche a noche me hago la misma pregunta, noche a noche te busco por suburbios y arrabales, por palacios y burdeles, sin poderte hallar. Y noche a noche me consumo un poco más, mientras bebo tratando de olvidarte, ¿o acaso era tratando de recordarte? Ahora todo es tan confuso... Ya no sé lo que era tenerte conmigo, vagamente recuerdo la calidez que me embargaba, la alegría, la consideración por los otros. ¿Cuánto hace de eso? No podría decirlo, el tiempo carece de significado para mì desde que te perdí. Y ahora sólo me queda beber, tratando de recuperarte en cada sorbo que doy, tratando de robar a otros lo que me falta, alimentándome con su sangre.

Rudolph

Te lo contaron todo mal, debidamente edulcorado y sanitizado, como de costumbre. Y te tragaste tal cual el relato, llevado por la simpatía que produce en tí el síndrome del patito feo, el identificarte con el marginado, con el otro. Pero vamos, es que la historia no iba así ni de broma. Para empezar, Rudolph no era satirizado por tener la nariz brillante y roja, sino que no se le tenía mucha confianza por su gran afición a la bebida, de ahí que siempre estuviese carmesí su nariz. Y si han recurrido a él aquella noche es porque no quedaba ningún reno de guardia que conociese medianamente la ruta, además de la experiencia de Rudolph para llegar sano y salvo detectando a último momento los obstáculos y sorteándolos enmedio de las eses de su camino. Así que ya ves, por eso es que no dejo leche y galletas, sino pretzels y tequila.

domingo, diciembre 23, 2007

Vestidos de ilusión

¡Cuántos recuerdos guardados en el armario! Ahí estaba el vestido azul, el de cintura entallada del día del primer beso robado. La bufanda roja de aquél frío invierno. La blusa a rayas verdes y amarillas que saliera volando en aquella noche loca. Los zapatitos blancos de la boda... Tanta ropa acumulada, toda llena de ilusiones, toda sin estrenar pues él nunca apareció.

jueves, diciembre 20, 2007

En el alma

Durante meses estuvo intentándolo machaconamente. Una y otra vez, a prueba y error, haciendo hasta lo imposible por tratar de pegarle en el alma. Al final, cansado de tanto fracaso ante semejante desalmado, decidió pasar a la acción directa. Qué alma ni que nada, lo mejor era usar un buen bate.

lunes, diciembre 17, 2007

La despedida

Te pedí aquella última vez que te quedaras, mas como de costumbre desechaste mis ruegos. Supliqué tu compañía, mas eran sordos tus oídos. No volteaste a verme cuando proseguiste tu camino tras sólo unos breves instantes en éste lugar. Y ahora ya no volveremos a vernos, pues ya no he de esperarte fielmente. Ah, veleidosa luna, amante de un momento. Tan sólo por instantes iluminas la ventana de ésta celda para dejarme una vez más sumido en la oscuridad hasta que de nuevo vuelve a hincharse tu vientre. Pero ésta vez no estaré esperándote, ésta noche no voltearé a ver tu rostro. En unas horas más seré colgado, y sólo la frialdad de mi lecho vacío esperará tu visita de ahora en adelante.

Sobre advertencia

De nada valieron las advertencias, se había quedado prendado de esa mujer de pensamiento veloz y acerada lengua. Con tal de robar un beso de sus labios habría dado lo que fuera, así que fue feliz por un instante antes de sentir la boca llenarsele de sangre. Lo afilado de su lengua le había dejado completamente mudo.

domingo, diciembre 16, 2007

La voz

Y digo que no, una vez más te lo repito. Una simple fiebre no me arrancará de tu lado, ni el bisturí del médico ni los más refinados medicamentos. Olvídalo, cariño. Estamos fundidos para siempre; así como una vez fuiste el cáncer que se había asentado en mi cuerpo, ahora soy yo la voz que para siempre resonará en tu cabeza.

Clausurado

Después del siniestro fue obligatoria la clausura. El daño había sido terrible y do quiera que se mirase había huellas de devastación. Una larga temporada sería necesaria para hacer una reconstrucción y, con un poco de suerte, de las ruinas se levantaría algo mucho más hermoso y fuerte. Mas de momento había que entrar en descanso y ponerle al corazón un letrero: Cerrado por reconstrucción.

lunes, diciembre 10, 2007

El escritor

No podía más. Era tanta su rabia que tenía que desahogar en alguna parte su frustración ante su amor burlado y, a falta de algo mejor o alguien que quisiese escucharle, se dedicó a escribir un libro sobre las mil infamias y vejaciones que deseaba inflingir a aquellos que le habían ignorado. No es de extrañar entonces que se lo publicasen y se convirtiese en el boom del momento, aunque nadie jamás le tomase en serio.

jueves, diciembre 06, 2007

Nostalgia de lo sencillo

Una vez más piensa en el pasado, en lo sencillas que eran las cosas en el pueblo. Recuerda a la abuela contando un cuento al calor del fogón antes de dormir; un cuento sobre un granjero pobre que al no poder alimentar a sus hijos los dejó dentro del bosque para no verlos morir de hambre. Pero en la ciudad no hay bosques, a lo mucho parques o jardines, y avenidas, montones de avenidas y calles sin fin; gente por todos lados, perros y autos. No hay lugar donde dejarles sin que la seguridad social no acabe regresándolos, sin que algún vecino avise a la policía, o a los noticieros. Y siempre está la terrible amenaza de los tratantes de órganos y de blancas. Una vez más piensa en el pasado, en lo sencillo que serían las cosas en el pueblo, y suspira.