martes, enero 29, 2008

Contranatura

Escucho en la oscuridad esas voces maliciosas que hablan de una relación prohibida, y prefiero ignorarlas. Escucho su malintencionado cuchicheo, su sibilina envidia. Y quiero cerrar mi mente a ellas, lo mismo que mi corazón. ¡Malditos! ¿Qué saben de amores y milagros? ¿Qué saben del bien y del mal? ¿Permisos y prohibiciones? ¿Contranatura? ¡No saben nada! Y me abato sobre ellos mientras aullo, a la vez que mis colmillos despedazan sus gargantas mis branquias tratan de sorber oxígeno de éste extraño medio. ¿Quién demonios dice que un tritón no puede amar a una mujer lobo?