miércoles, enero 09, 2008

Libre comercio

Esto de la apertura de mercados, eliminación de aranceles y demás gracias no sólo ha dado al traste con algunas parcelas productivas poco aventajadas a nivel manufacturero, agropecuario, de comunicaciones, etc. Ha de saber que hay muchas más áreas que las que se comentan en los diarios, los tratados abarcan todo tipo de producto, si lo sabré yo. Claro está que lo que puede resultar una catástrofe para el productor monopólico, para el consumidor resulta en una gran ventaja al poner al alcance de su mano, y a precios realmente accesibles, productos que antes no podía ni soñar.

Pero bueno, dejémonos de cosas tan teóricas y banales. ¿Qué clase de dios o milagro quiere que le ofrezca? Nos llegaron unos dioses personales de bolsillo bastante efectivos, y tan sólo necesitan una pequeña oración al día. Muchísimo menos demandantes que un tamagotchi, y no requieren sentimientos de culpa. ¿Para qué clase de asunto los quiere?