viernes, enero 18, 2013

Migraña

La migraña. Otra vez la maldita migraña. Punzante. Lacerante. Brumosa.

Puedo tomar analgésicos, opiáceos, barbitúricos varios. Lo único que hacen es disfrazar su presencia tras una neblina de desconexión. Pero en el fondo sigue ahí, con su maldita constancia. Lo ideal sería dormir, para pasar el tiempo en lo que se desvanece, pero no hay forma. La lucidez que produce es abrumadora, ya que resulta incapacitante para toda labor que no sea la de la contemplación del dolor. ¿Cómo describir ese dolor? Como una serie de microterremotos en el cerebro, como flashazos y tormentas eléctricas. Una opresión constante y pulsante a la vez. ¿Proviene el dolor de fuera o de dentro del cráneo? ¿Puede el cerebro doler o son sólo los alocados impulsos eléctricos que han perdido su camino en esas microepilepsias que sacuden mis sinapsis?
El dolor. Ah. El dolor. ¿Acaso estoy sumergido en un pequeño apocalipsis? ¿Algo así fue lo que aconteció cuando desaparecieron los dinosaurios? ¿Luces parpadeantes? ¿Sonidos explotando en el medio de la nada? ¿Frío y calor al mismo tiempo? ¿Corrientes eléctricas y estremecimientos por todas partes? ¿Será que yo también estoy a la espera de un meteorito que atraviese esta opresiva neblina para llevarme hacia la nada? A todo esto, ¿dónde ha quedado ese maldito martillo?

Elemento: Aire

¿Cómo dices? ¿Que los Libra somos elemento aire y por tanto me debería sentir en mi elemento? Pues va a ser que no. Que alma de papalote no tengo y que vas a tener que ser más directo si lo que quieres es mandarme a volar.